
La marihuana, conocerla, saber como es y porque no usarla.
No parecen estar muy claros los efectos tóxicos de los derivados del cáñamo indio, cuyo consumo constituye a menudo la premisa al consumo de drogas más fuertes.
LOS DERIVADOS DEL CÁÑAMO INDIO
Con los nombres de marihuana, hachís, bang, ganja, etc. se designa una serie de productos usados por su acción estupefaciente y procedentes de ciertas variedades de planta de cáñamo (Cannabis sativa L.) y en particular del denominado cáñamo indio (Cannabis indica).
Las distintas variedades vegetales existentes en función del hábitat se diferencian entre sí por su contenido en principios farmacológicos, que representan la mayor parte de las materias resinosas extraíbles del vegetal.
Estas resinas, presentes en un 5-16 % en los distintos tipos de cáñamo, registran mayores concentraciones en las inflorescencias femeninas, mientras que prácticamente no están presentes en las partes leñosas y en las semillas.
Los preparados conseguidos a partir del cáñamo indio son consumidos por los toxicómanos en forma de cigarrillos, solos o mezclados con tabaco; es mucho menos habitual su consumo por vía oral junto a sustancias edulcorantes o licores.
CUÁL ES SU ACCIÓN
La acción de la droga es inicialmente estimulante y embriagadora, caracterizada por sensaciones de bienestar y de inefable felicidad, con alucinaciones visuales y auditivas muy agradables e intensa excitación motora.
Tras este estado inicial de excitación se presentan, en un segundo momento y con frecuencia creciente, fases de torpor que pueden terminar con un sueño reparador.
EFECTOS TÓXICOS
El problema de la toxicidad de los derivados del cáñamo indio sigue siendo objeto de una encendida controversia. Junto a opiniones que niegan su toxicidad, existen otras que en cambio sostienen y en consecuencia describen síndromes específicos.
Naturalmente la discusión se refiere sólo a los eventuales efectos de naturaleza fundamentalmente psicológica (desde ansiedad hasta episodios psicóticos), mientras que desde el punto de vista físico se llega como mucho a reconocer la posibilidad de que se produzcan consecuencias como conjuntivitis, taquicardia, aumento del apetito y de la sed y náuseas.
Para los defensores de una eventual toxicidad aguda (que puede por tanto requerir unos primeros auxilios) la actuación se enmarca siempre en el ámbito de la psicopatología, con dos cuadros de interés: la psicosis de la marihuana (que ha de tratarse según los criterios ya citados para los episodios análogos producidos por las anfetaminas y la cocaína) y el «síndrome amotivacional», caracterizado por la incapacidad para resolver todo tipo de problemas en el terreno de las relaciones interpersonales y con el mundo exterior.
Este síndrome, cuya principal característica es un estado de distanciamiento de la realidad y de enorme apatía, es fundamentalmente un efecto crónico. En cualquier caso, un síndrome de este tipo requiere una actuación psiquiátrica o psicoterápica.
Aunque el consumo de preparados de cáñamo indio —por su baja toxicidad— muy pocas veces tenga efectos mortales, cabe destacar que el consumo de dicha droga constituye a menudo la primera experiencia tóxica que, en los sujetos psíquicamente débiles y en cualquier caso predispuestos, puede ir seguido del abuso de ciertas sustancias notablemente psicoactivas, mucho más peligrosas y perjudiciales (anfetaminas, opiáceos).Se ha descrito un síndrome de abstinencia basado en manifestaciones de tipo psicológico, siendo el insomnio y el estado de excitación psicomotora las consecuencias referidas y estudiadas con mayor frecuencia.
EFECTOS PSICOLÓGICOS
Entre los efectos reflejados en la tabla y clasificados dependiendo de las funciones psíquicas y mentales, cabe subrayar de forma especial la alteración de la percepción subjetiva de la dimensión temporal, la pérdida de memoria de fijación (típica, sin embargo, de todas las sustancias psicodélicas que de alguna forma reducen la relación objetiva con la realidad), el aumento del tiempo de reacción, pero sobre todo la disminución de la capacidad de atención en las pruebas complicadas.
En la mayor parte de los casos se puede decir, por tanto, que existe una relación alterada con la realidad, que sin embargo no merma la capacidad de atención y de percepción, es decir no afecta a las operaciones normales en el ámbito social.Especial atención merece, por último, la cuestión de los efectos psicógenos. No obstante, no se han descrito nunca cuadros psicóticos concretos debidos al consumo de cáñamo indio, sino sólo una gama variable de síntomas psicóticos, como despersonalización, desrealización y reacciones disociativas agudas de tipo esquizofrénico, que sin embargo se distinguen de la verdadera esquizofrenia por la existencia de un estado mental confusional, a diferencia de la típica lucidez mental de la esquizofrenia.
CONCLUSIÓN
En los casos de drogodependencia de derivados del cáñamo indio, muy pocas veces se hace necesaria una actuación de auténticos primeros auxilios, al tratarse de casos relacionados con graves estados confusionales o de psicosis agudas (en el síndrome de abstinencia).
Cabe destacar además que las reacciones de sobredosis tienen siempre una duración limitada, ya que en general no superan nunca las 5-8 horas.
Además, el consumo de cáñamo indio se produce generalmente en grupo y los compañeros de experiencia a menudo asumen la tarea de sedar al intoxicado.
Recordemos aquí, sin embargo, que el abuso de cáñamo indio puede dar lugar a un notable aumento de la glucemia y por consiguiente poner de manifiesto un estado de diabetes oculto, hasta conducir a manifestaciones de auténtico coma.
Por consiguiente, es muy importante controlar la glucemia de los sujetos que consumen habitualmente derivados del cáñamo indio, sobre todo en caso de aparición de síntomas de sobredosis.
No obstante, el problema mayor de este tipo de drogodependencia se debe, más que a sus efectos tóxicos, a que a menudo constituye la «transición» a drogodependencias más graves (como heroína, etcétera).